miércoles, 14 de abril de 2010

Hoy vivo, mañana puede que no.

<<¿Cómo podía ser cierto?>> Pensé. Ayer, estaba vivo, y ni él sabía que hoy podría morir.


Cada vez que pensaba en él como si estuviera vivo, el corazón me daba un vuelco, pensaba, y entonces, todos mis pensamientos se difuminaban de nuevo, y así continuamente.

El día ya había terminado, pero no el sufrimiento… Cada día y en cada momento estarán en mi mente esos recuerdos que, vagamente, me confunden e hipnotizan.


Pasa el tiempo y sigo sin comprender lo que es la vida, sigo sin comprender lo que es la muerte. Pero, ¿qué importa ahora eso? Tengo que conseguir logros, y el que me he propuesto es ser feliz.

También he comprendido que no existe la infelicidad. La tristeza, la soledad, y todo lo que nos hace sentir mal es sólo otra forma de ver la vida, que al final no sirve para nada.

Todas las desgracias por las que pasas te ayudan a comprender que tienes que valorar cada segundo en el que estés vivo, que tienes que valorar tu vida cotidiana, que tienes que valorar a tus amigos y a tu familia, porque, tarde o temprano pasarán por la muerte, al igual que tú.

Y, después de todo, he comprendido que la tristeza no existe, es una manera diferente de ser feliz valorando, después de un tiempo, lo que tienes, lo que tuviste, y lo que tendrás.

By: Pasmaida:)